Belén Benito

martes





















El ojo derecho está cerrado.
El ojo izquierdo está abierto:
mira la sangre,
pero no parpadea.

Ahora,

Coge una cuchara grande
y
saca tu ojo
derecho,
dáselo a un tuerto.

Solo para
que vea
entero
lo que nosotros
callamos.

Un díadíadíadíadía
tras otro.

Lo mismo.

2 comentarios:

  1. la cuchara y el ojo siempre me asustaron, para el blanco blanco yogur azucarado.

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  2. Me ha encantado. Es salvaje pero taimado

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